¿Qué puede tener en común la final del mundial de balompié jugado en Qatar entre Argentina vs Francia con el día a día en una oficina en Providencia o una fábrica en Antofagasta?
El cuadro albiceleste enfrentaba a un poderoso rival; los franceses llegaban con cartel de favorito para ganar esta copa al obtener el cetro en la versión 2018 que se jugó en Rusia. Para Argentina todo comenzó muy mal; derrota ante Arabia Saudíta por 2x1. Todo se veía oscuro para ellos. En la interna hubo inquietud pero mantuvieron la confianza. El estratega del primer rival, el francés Hervé Renard, a pesar de su victoria aseguró que; "Pasarán la fase de grupos y saldrán campeones del mundo". ¿Adivinó el futuro? No. Simplemente reconoció una buena estructura y la calidad individual y colectiva del equipo argentino.
¿Cuántos líderes tiene el elenco campeón del reciente mundial?; Claramente dos; el entrenador Lionel Scaloni y el crack Lionel Messi. Ambos sostuvieron hace poco una conversación clave que marcó la diferencia de todo. ¿Volvamos al pasado? Messi hace unos años atrás no había ganado nada con su selección, incluso perdió dos finales de Copa América ante Chile en los años 2015 y 2016. "Es increíble, pero no se me da. Se terminó para mí", dijo Lionel, poniendo en esos años punto final a su historia con la camiseta argentina.
Estuvo fuera casi un año. El equipo lo necesitaba, pero Messi no contaba con un cuadro que lo apoyara realmente en la cancha ni con un entrenador que potenciara las habilidades de todos y de cada uno; era un conjunto que jugaba para él, no con él, como lo hacen los grupos ganadores, bien organizados. ¿Qué cambió entre 2015 y 2022? En el 2018 llegó un nuevo DT, Lionel Scaloni y el funcionamiento cambió, el fútbol mejoró y Lionel Messi se enfocó.
Tal y como señala el Blog de la web de la empresa de software Adobe; "El buen liderazgo y el trabajo colaborativo es la clave de todo. Fomenta una mejor relación entre compañeros de trabajo y favorece el éxito de la organización. Toma como ejemplo los equipos de fútbol: aunque cada jugador tiene un rol en el cancha, el trabajo de todos los jugadores en conjunto es el que hace la diferencia a la hora de ganar un partido. La mayoría de los empleados, al igual que los deportistas, alcanzan su máximo potencial cuando trabajan en entornos donde priman el liderazgo y el trabajo en equipo”.
¡Impulsar la colaboración! Y entonces en el escenario ideal los jefes, los líderes, están “planificando – controlando” fuera de la cancha y “ejecutando – analizando” dentro de ella. No muy diferente a los exitosos equipos de empresas y corporaciones.
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