Es el primer paso que debemos tomar; el saber qué nos hace ser quién somos, cuáles son los valores que proyectamos y cómo entendemos el mundo y los ritmos laborales.

Como lo dijimos en la primera entrega de este reporte, es una habilidad que puede y debe ejercitarse en beneficio de nuestra carrera profesional y para aportar al buen ambiente laboral.

Significa prestar atención no solo a las palabras de alguien, sino también a su tono de voz, lenguaje corporal y emociones detrás de sus palabras. ¡Y es una habilidad que debe entrenarse!

¿Se ha sentido agobiado o estresado en su ambiente laboral? ¿Se ha sentido productivo o quizás en un ambiente rutinario? Eso es porque existen diversos tipos de días en los trabajos de oficina.

Este estilo de liderazgo, que hoy está en preferencia, demanda escuchar constantemente a los colaboradores y salir a la calle para estar al tanto de las últimas tendencias.

El tiempo no se detiene y los estilos cambian, por convicción o por conveniencia. En este reporte reflexionaremos acerca de las nuevas jerarquías, parametrizables y ágiles a los incesantes cambios.

Cuando se trata de articular de sana forma las relaciones en el lugar de trabajo, al igual que con las relaciones personales, no podemos esperar cambiarlo todo de manera inmediata.

Los líderes de estilo controlador no siempre son iguales. En un extremo del espectro, existen gerentes que aplican estándares muy altos y hay quienes les gusta poseer el control.

Las personas que entrenan este aspecto específico de su personalidad dominan el coaching, el servicio al cliente, el asesoramiento en salud mental y mucho más…

Cuando te enfocas en mejorar tus habilidades de comunicación interpersonal antes de tratar de corregir las de los demás, preparas el escenario para conversaciones cruciales más efectivas.

¿Qué puede tener en común la final del mundial de balompié jugado en Qatar entre Argentina vs Francia con el día a día en una oficina en Providencia o una fábrica en Antofagasta?